El poder de San Cipriano
El poder de San Cipriano
San Cipriano, obispo y mártir de la iglesia católica, fue un reconocido clérigo y escritor romano, nació a principios del siglo III en África del Norte, donde recibió una educación clásica.
Poco después de convertirse al cristianismo, se convirtió en obispo en 249. Una figura controvertida en vida, sus fuertes habilidades pastorales, su firme conducta durante la herejía novaciana y el brote de la plaga, y martirio en Cartago reivindicaron su reputación y demostraron su santidad a los ojos de la Iglesia.
Sobre su vida y obra se conocen muy pocos detalles. Pero a este santo se le atribuye eliminar hechicerías y trabajos de magia negra.
Oración corta a San Cipriano
San Cipriano, bendito entre los santos, suplico tu favor. Haz que (nombre de la persona) sienta que me necesita cerca, que no pueda soportar mi ausencia y me llame.
Haz que mi teléfono suene y que pueda escuchar la voz de (nombre de la persona) al otro lado. San Cipriano, todopoderoso benefactor, concédeme este simple deseo, escuchar la suave voz de (nombre de la persona)
Y poder sentirla, disfrutarla y adorarla una vez más. San Cipriano, convence a (nombre de la persona) para que me llame, esté donde esté y en este mismo momento. Haz que marque mi teléfono porque desea escucharme y reír o llorar junto a mí.
Oración larga a San Cripiano
Por los poderes de San Cipriano y de las tres almas que vigila, (nombre de la persona) vendrá ahora detrás de mí (su nombre), va a venir arrastrándose y enamorado, lleno de amor verdadero con todo su ser, lleno de deseo por volver y pedirme perdón.
San Cipriano glorioso, bendito santo cumplidor, tendré ese poder de que esta persona olvide y deje de una vez cualquier amor que pueda estar en su cabeza o en su corazón y vuelva a asumirme y declararse para que todos vean.
San Cipriano aleja a (nombre de la persona) de cualquier otra persona, que me busque en todo momento hoy, ahora y siempre, deseando estar a mi lado, que tenga la certeza de que yo (su nombre) soy el ser perfecto para su vida, que no pueda vivir sin mí, que no pueda estar sin mí, que no pueda sentir amor si no es por mí, y que siempre tenga mi imagen en su pensamiento, en todas las situaciones, en cualquier tiempo y lugar.
Ahora, donde esté y con quien esté, (nombre de la persona) me buscará, porque su pensamiento está en mí, sus palabras, sus gestos y sus acciones van dirigidos a mí (su nombre). Y al acostarse, que sueñe conmigo, me sentirá, y al despertar que piense en mí y me desee, al comer piense en mí, al pisar piense en mí, en todos los momentos de su vida piense en mí.
Que quiera verme, sentir mi olor, oír mi voz, tocarme con amor, que (nombre de la persona) quiera abrazarme, besarme, cuidarme, protégeme, mimarme, amarme las 24 horas de todos sus días y todas sus noches, haciendo que así me ame más y sienta placer tan solo por oír mi voz.
San Cipriano poderoso, te ruego, haz a (nombre de la persona), sentir por mí (di tu nombre) un deseo fuera de lo normal, un amor verdadero, cálido, respetuoso y profundo como nunca sintió por otra persona y nunca sentirá. Que halle placer solo conmigo y nadie más, que sienta deseo solamente por mí, y que su cuerpo solo a mí me pertenezca, que solo tenga paz si está bien conmigo.
Con todo mi corazón, con todo mi ser, te digo santo poderoso que mi total confianza está puesta en Dios y en ti, te agradezco San Cipriano por estar trabajando a mi favor y voy a divulgar tu nombre y tus milagros en pago de amansar a (nombre de la persona) y traerlo enamorado, cariñoso, devotado, dedicado, fiel y lleno de deseo a mis brazos, para no marchar jamás.
Así se cumpla, así lo espero, así será cuanto antes, así lo harás bendito San Cipriano, mi seguridad está en ti, sé que tú me vas a conceder mis más ardientes deseos. Ganaré esta batalla y seré nuevamente feliz junto a (nombre de la persona), ya nada nos detendrá y nuestro amor por siempre triunfará. Así se cumpla, así lo deseo, así lo harás, así lo espero, con la completa esperanza que tú, Cipriano bendito, me vas a sacar de este problema de amor. Gracias, mi Santo Cipriano, te agradezco sinceramente.